La peor enemiga de los autos autónomos

Los copos de nieve congelados cubren los sensores de radar esenciales para leer el camino. De esta manera los autos autónomos tienen un problema grave. Cuando hay un poco de nieve, el auto es capaz de conducir pero cuando esta se acumula, pierde su funcionalidad.

Sin embargo, Volvo encontró la solución: el radar se colocará detrás del parabrisas para que los limpiaparabrisas puedan quitar tanto la nieve como el hielo.

Se ha dado una especie de competencia entre las empresas automotrices en cuanto a encontrar una solución para este problema y finalmente Volvo es quien hará una demostración pública de su invento.

El 70% de la población de Estados Unidos vive en zonas de nieve y por ese motivo, el poder manejarse en ese contexto es fundamental para lograr que los autos autónomos se popularicen.

 

El paso del tiempo dirá que pasa finalmente…

 

 


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